jueves, 30 de diciembre de 2010

Informática y otros cuentos

Ya era demasiado milagro. Estaba guardando mi tercer post programado para la semana que viene, en la que voy a estar casi sin internet, cuando plof, se ha perdido en la inmensidad de la bitología. Pues menuda mierda, yo que os había hablado de mi búsqueda desaforada de móviles para llegar a la conclusión de que me tendré que comprar un tamtam.

En fín, otra cosa que quiero comentaros, a ver si esta vez lo consigo, es la noticia que hoy me ha deprimido. bueno, deprimido tampoco, porque de hecho me ha alegrado un poco porque yo a este señor le calculaba muchos más años. El caso es que cuando leais esto lo mismo os da la risa porque comentar noticias de hace una semana no tiene chicha ni limoná, pero es que mis dotes de pitoniso están en barbecho a la espera de ver si acierto con mi horóscopo para el año 2011 que podeis ver aquí (y que si acierto a quien no veréis más es a mí porque me voy a hacer de oro con dos o tres loterías bien escogidas). El caso es que han encontrado muerto en una habitación de hotel al cantante de esa cosa exótica llamada Bonnie M, Bobby Farrell (que supongo que no tendrá parentesco muy directo con Colin Farrel dada la diferencia del tono de piel).

No sé cuántos de vosotros sois de galicia, pero aquí en Galicia (vamos a ponerlo con mayúsculas que somos pocos y cabemos bien) la telegaita (la televisión pública de Galicia) tiene un programa formolizado que se llama "Lúar" y que ven los jubilados de esta nuestra tierra, que son la mayoría gracias a la espantá que protagonizan los de mi edad -y así me va a mí que no tengo con quien ligar, que no será porque yo no lo valga-. Y allí, entre Raphael e Isabel Pantoja, de cuando en cuando invitaban a los de Bonnie M. Que digo yo que no sé cómo van a rellenar tanto hueco como les está quedando desde el obituario de las Rocíos, la chica (Durcal) y la "más grande" (Jurado), a este paso van a tener que desempolvar a Juan Pardo y Georgie Dann porque sino con la sobredosis de movimientos limpiabombillas Raphaelianos y la bata de cola de la Pantoja van a salirnos con pluma hasta las ranas.  

Decía pues, que me deprimía y me alegraba. Me deprime, porque la verdad ese señor yo ya lo veía como algo viejuno cuando yo era un niño, pero ahora que han pasado veinte años (y más) de aquella, pues era una forma de sentirme aún joven. Y claro, mi juventud la palma como este buen señor.

La alegría me la dá el hecho de que se ha muerto con 61 años de edad, lo que quiere decir que cuando yo lo veía ya todo viejuno él tenía poco más o menos cinco o diez años más de los que tengo yo ahora. Y yo estoy muchísimo mejor, dónde vamos a parar!


En fín. Si hasta David el Gnomo ha cumplido 25 años... está claro que mi juventud ha llegado a su... madurez :S

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